jueves, 31 de mayo de 2012

Errar: Lo más normal del mundo.

  Uno de los momentos más martirizantes de las personas, es el momento post-error. Esto frecuentemente es causa de pequeñas (pero pueden ser mayores) depresiones, o malos momentos en donde queremos que nos trague la tierra
  En estos momentos, es difícil acordarnos de algo que a la vez es lo más natural en nuestro pensamiento diario, pero no en los momentos en donde más lo necesitamos: Errar es lo más normal del mundo.
  Es así, tal cual. Erramos diariamente, a cada momento, y quizá sean mayores los errores que aciertos en nuestra vida. Sólo que, cuando erramos en donde no lo esperábamos, o donde duele más, nos olvidamos de ese detalle. Pero tenemos que tenerlo siempre presente: Errar es un paso obligado antes de acertar o aprender. Es necesario. Es como mover un pie antes que el otro. Es parte de nuestra evolución, de nuestra naturaleza, de nuestra realidad. Creer que no podíamos equivocarnos es engañarnos; 
  Claro, que a veces es poco probable equivocarse, pero recuerda algo: La existencia de la vida tiene una probabilidad de 0,000000000000....1 , y míranos, aquí estamos. Ya con esta cantidad de suerte, no podremos quejarnos de ninguna cantidad de errores que tengamos. Lo más justo para con nuestra suerte de estar vivos, es aceptar los errores como una enseñanza, analizarlo, y aprender para intentar no hacerlo de nuevo.
  Pero ojo, tampoco esto es pretexto para equivocarnos a diestra y siniestra; los errores tienen que intentar evitarse en lo posible, eso es claro. Pero hay que saber discernir. Es como jugar un deporte: lucharemos siempre para ganar, pero llegará un momento en donde perderemos, y esto no tiene que significar el fin de nuestro esfuerzo.
  Uno de los grandes secretos de las personas exitosas es justamente esto: saber equivocarse. Aprender a errar, y sobre todo, lo más importante: Levantarse luego de  una caída. Tener esa mentalidad es fundamental a la hora de triunfar, porque recuerda que toda estrategia para llegar al éxito requiere de perseverancia, no importa cómo, siempre la tiene. Es un postulado.



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